La música con geometría sagrada une las matemáticas sagradas y conceptos espirituales con la estructura armónica musical.
Phi, Φ,φ, el número áureo, es un número que surge de una proporción de dos segmentos consecutivos, a y b, donde:
Φ = a / b = 1.6180339887…
Fibonacci descubrió una secuencia de números en espiral donde cada número es la suma de los dos anteriores:
1 – 1 – 2 – 3 – 5 – 8 – 13 – 21 – 34 – 55 – 89 …
Si dividimos cualquiera de estos números por su anterior encontraremos el número Φ, y al representar geométricamente dicha secuencia, vemos una espiral que muestra un orden y equilibrio bello y armonioso.
Esta espiral está en la naturaleza, en el cuerpo humano, en el crecimiento de las cosas, en el cielo, en las estrellas, en todo cuanto nos rodea.
Parece que el crecimiento de la vida, a un ritmo que vibra con la frecuencia armónica de 432Hz, se desarrolla según la secuencia Fibonacci.
Nos encontraríamos estructuras basadas en el número áureo en Mozart, Mendelssohn, Beethoven, Bach, Heandel, Shostakovich, Stravinsky, Shumann, Shubert, Brahms, Ravel y, sobre todo, Béla Bartok.